domingo, 5 de agosto de 2012

¿EL FINAL DE LOS SERVICIOS GRATUITOS DE LA NATURALEZA?

Sin que muchas veces seamos conscientes de ello, la naturaleza nos presta, de manera permanente y gratuita, una infinidad servicios gratuitos que, además, resultan fundamentales para nuestro bienestar y, aún, para nuestra supervivencia como especie.

Veamos algunos sencillos ejemplos:


1. Los bosques son una gigantesca fábrica de oxígeno (o, mirado a la inversa, unos gigantescos sumideros de gases de efecto invernadero), aparte de que retienen el agua y la liberan gradual y armónicamente. Pero estamos perdiendo, por la actividad depredadora del ser humano, 5 millones de hectáreas de bosque por año.


2. Las abejas y otra infinidad de insectos son un ejército polinizador, sin el cual nuestras cosechas se verían seriamente afectadas. Pero, estamos acabando con ellos por la indiscriminada y abusiva utilización de pesticidas y agroquímicos.


3. Las bacterias son un inmenso biodigestor, que transforma permanentemente millones de toneladas de desechos, en nutrientes útiles para el ciclo vital de muchísimas plantas y seres vivos. Pero la utilización masiva de productos, empaques, envases y materiales no biodegradables, está haciendo nugatoria su titánica labor.


4. El sol regula todas las corrientes marinas y de vientos, aparte de activar todos los procesos de fotosíntesis, evaporación y lluvias. Es, sin que lo notemos, un hipermercado de servicios planetarios, al servicio de la vida. Pero la emisión descontrolada de gases de efecto invernadero está interfiriendo de manera grave en la relación del sol con nuestro planeta.

5. Los glaciares de nuestras montañas y sus páramos, son gigantescos depósitos de agua dulce que alimentan permanentemente todos nuestros ríos y fuentes de agua. Pero el calentamiento global, la deforestación, la minería y el uso inadecuado de los suelos están llevando nuestros glaciares y páramos a su extinción irremediable.


Y, así, podríamos continuar con una interminable lista de servicios gratuitos de la naturaleza, ante cuya desaparición, ya hemos empezado a asumir los costos. Un ejemplo dramático lo representa la industria agropecuaria. Un estudio reciente de la Universidad de Cornell (USA) concluyó que los beneficios comerciales de la polinización gratuita en la agricultura podrían representar un valor anual de US$29.000 millones sólo en los Estados Unidos. Sin embargo, ya se ha detectado una epidemia global de pérdida masiva y alarmantemente progresiva de la población de abejas. Incluso ya se le tiene nombre: Síndrome de Colapso de las Colmenas (CCD). Por ello, regiones como China ya están debiendo recurrir a procesos manuales de polinización de sus plantaciones de naranjas y otras variedades, con el consecuente aumento de los costos operativos.


La realidad es simple: por la acción depredadora del hombre, todos los servicios gratuitos que la naturaleza nos ha brindado desde siempre están menguando irremediablemente, retando con ello la inventiva del hombre pero, sobre todo, su conciencia sobre su papel sobre el planeta y sobre sus estilos de vida.

No hay comentarios: