En un ambiente de acelerada desregulación de las relaciones de trabajo, en un período de la historia en el que estamos reinventando la manera de organizarnos alrededor del trabajo humano, conviene no perder la perspectiva fundamental de lo que es el trabajo como escenario transformador del hombre y del mundo. Este refrescante texto, de uno de los ejecutivos de Gestión Humana que ha entendido cabalmente que el trabajo es para vivirlo, llega en un momento particularmente oportuno y providencial. No dudamos en recomendarlo, más aún, cuando ha sido publicado sin la menor pretención comercial.
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